Dragón, un teckel patilargo-amoroso, llevaba conmigo desde el lunes, así que ya era hora de sacarlo de los ladrillos urbanos.
Invitamos a super Hilda labradora y pensamos que la compañía de UnJown Cherry nos animaría la tarde..
Después de algunos problemas logísticos y de conducción del tanque, nos dimos los tan esperados chapuzones revitalizadores
y mientras tanto Dragón no hizo más que observar las bellas vistas del pantano
Unas cerezas con cervezas nos retrasaron en la plaza del pueblo con la compañía de otros perros hasta nuestro regreso a Madrid con el fresco atardecer
Como no se decidió a tirarse al agua, os enseño a Dragón disfrutando del sueño en la cama de Paula os Cuida