Asturias nos recibe como es ella, gris pero muy verde
Los perros empiezan con mucho desfogue
Llegando al último pueblo, la montaña nos regala estas vistas
Perros perdidos en la inmensidad
También nos llaman «pisa-praos»
Y del calor del prado al agüita!
En el camino nos podemos encontrar con duendes y hadas
Con lluvia también nos apañamos muy bien
Y lo más importante, siempre jugando!